Si has llegado hasta esta página web está claro que eres un amante incondicional del mundo de los lofts. Te encantas los inmuebles completamente abiertos donde la luz natural inunda todo el espacio. Aquellas viviendas donde una buena estructuración del mobiliario es la que marca los usos de cada parte de la vivienda.
Sin embargo, no nos engañemos. Tener un loft en propiedad no es algo que esté al alcance de todos. Económicamente son viviendas de lujo y alta calidad que suponen una inversión bastante elevada. Sin embargo todos los mortales tenemos derecho a soñar y a poder hacer lo que esté en nuestras manos para vivir en un loft.
Y a veces todo es cuestión de diseño, imaginación y la ayuda de buenos expertos. Como es el caso de Lofts Barcelona. En este artículo nuestros especialistas han querido reunir algunas de las mejores soluciones para convertir un piso en un loft. Ya no tendrás por qué seguir soñando con poder vivir en uno de estos espacios abiertos. Tu propio piso se convertirá en uno de ellos. ¿Te gustaría saber cómo lograrlo? En ese caso, sigue leyendo.
Ideas para convertir un piso en un loft
Crear espacios diáfanos
Todos sabemos que los lofts son grandes espacios libres de paredes. No hay que olvidar que los primeros lofts que surgieron, allá por los años 50 del siglo XX, se edificaron aprovechando antiguas naves industriales y fábricas del viejo Nueva York. En los barrios de Tribeca, Soho y en el oeste de esta gran cuidad.
Por tanto el elemento principal que todas estas construcciones comparten son precisamente esos espacios libres de muros. Para que tu piso adquiera esa forma de loft es necesario que consultes con un arquitecto. Este deberá de revisar la vivienda y crear un proyecto en el que queden bien identificados los muros de carga o paredes maestras. Aunque inicialmente estos muros no pueden eliminarse, lo cierto es que hoy en día hay muchos arquitectos que refuerzan las construcciones con grandes vigas para eliminar estos muros.
Buscar soluciones para muros, vigas y pilares
Sin embargo, habrá ocasiones en las que no podrás recurrir a este cambio en el diseño. En esos casos es imprescindible que se hallen soluciones para que esos pilares, esas vigas o esos muros no estropeen la posibilidad de convertir un piso en un loft.
Hoy en día hay muchos trucos de diseño que los arquitectos utilizan con estas piezas que no pueden eliminarse. Por ejemplo revisten los pilares o vigas con materiales más interesantes para convertirlos en un punto de atención focal. O bien camuflan los muros o esos elementos con el mismo tono de pintura del resto de la vivienda. De este modo sobresalen menos en el conjunto y se puede lograr que estos “defectos estructurales” pasen completamente desapercibidos.
Aprovechar el material de construcción
A veces, al comenzar las obras, nos encontramos con auténticos tesoros ocultos tras las paredes. Por ejemplo un bonito ladrillo sobre el cual se añadieron placas de pladur. O bien unas increíbles vigas que habían quedado ocultas con el paso de los años. Muchas viviendas antiguas incluso tienen los techos bajados porque hace unos años se convirtió en moda. Lo mejor en estos casos es aprovechar todas estas peculiaridades estructurales de la vivienda y dejar que se vean. Tu casa ganará en presencia y lograrás un diseño único y muy industrial.
Planificar el espacio
Quizá lo mejor en este tipo de proyectos es la capacidad que nos da de organizar el espacio. Al crear un lienzo en blanco es necesario volver a vestirlo, y hacerlo con cabeza. De ahí que antes de comenzar a distribuir físicamente la vivienda el arquitecto ha de tenerlo claro sobre plano.
De este modo podrá reconducirse las tuberías, instalación de gas o bien recolocar la instalación eléctrica. Lo normal a la hora de planificar el espacio de forma ordenada es pensar en las actividades cotidianas que vamos a realizar en él y en el orden para hacerlas.
Aunque parezca una obviedad lo más sencillo para llevar a cabo correctamente la planificación es pensar en las actividades cotidianas que se realizan dentro de casa. Desde despertarnos, a ducharnos, comer, escuchar música, ver la televisión o trabajar con el ordenador en nuestro propio despacho. Las personas somos animales de costumbres y solemos realizar siempre las mismas actividades. Y de forma natural las intentamos organizar en espacios afines para que sea más fácil llevarlas a cabo.
Aunque el arquitecto y el diseñador pensarán en cada acción que puedas realizar, es más fácil para ellos saber a qué dedicas más tiempo y cómo para darle más metros cuadrados a cada afición o acción.
Asignar una cantidad de metros cuadrados a cada espacio
Precisamente la última reflexión que hemos hecho nos lleva al último consejo de nuestro post: asignar una cantidad de metros cuadrados a cada espacio en función del uso que le demos. Por ejemplo si somos grandes amantes de la cocina y pasamos largas horas en ella, tendremos que ofrecerle más metros cuadrados a este espacio. Sin embargo si nos encanta relajarnos en el cuarto de baño durante horas, habrá que ceder metros al aseo. Si por el contrario somos muy familiares o nos encanta pasar horas con amigos, el salón comedor se llevará la palma.
Si trabajamos desde casa y recibimos a clientes en nuestro domicilio habrá que darle prioridad a esta zona dentro del reparto de espacio. Como ves es fácil averiguar cómo ceder metros cuadrados a cada área.
Para poder diferenciar cada una de ellas si necesidad de muros los diseñadores utilizan trucos decorativos con los que delimitar cada zona.
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Si eres una amante de los lofts estamos seguros de que encontrarás interesante nuestro blog. Aquí puedes encontrar multitud de ideas y diseños de lofts repartidos a lo largo y ancho del mundo. Además de interesantes consejos con los que lograr tu loft de ensueño.
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