Este apartamento de 200m ², situado en Manhattan, se ha convertido en un espacio sereno y generoso.
Las zonas de día y de noche se suceden en un flujo continuo, sin restricciones de espacio. La vivienda está vinculada al dormitorio principal y al baño: no hay divisiones.
Dos islas de piedra monolíticas son características exclusivas en el diseño escultórico de este loft: el primero funciona como una unidad de cocina / bar, el segundo como unidad de bañera en el aseo.
La geometría rigurosa, se combina con el flujo libre del espacio y los materiales naturales – los dos materiales principales son piedra caliza francesa y madera de peral – la intención es transmitir una sensación de solemnidad elegante y no intimidante.
La arquitectura, diseño de interiores, iluminación, diseños de muebles y los accesorios son todos de Claudio Silvestrin Architects.
